Acompañamiento espiritual en cuidados paliativos

Estas páginas son un recurso y ofrecen propuestas para quien acompaña en medio del sufrimiento, tanto a los pacientes como a sus familiares, de modo que esa dimensión tan genuinamente humana que sólo se percibe con los ojos del corazón, la dimensión espiritual, ocupe el lugar debido en la atención integral. El final de la vida reclama, inevitablemente, la verdad del ser humano.
El que acompaña no dirige, sino que camina al lado; no impone, sino que insinúa; no aconseja, sino que discierne en común. Quien sabe acompañar, en efecto, genera salud. Consigue, con su discreta presencia, un mayor confort físico, una mayor estabilidad emocional, una compañía para compartir las preguntas por el sentido, las inquietudes y malos momentos que conlleva la enfermedad.